sábado, 11 de agosto de 2007

La filosofía positivista.

LA FILOSOFÍA POSITIVISTA
CAPITULO PRIMERO


I. El desarrollo de la ciencia a partir del siglo XVI y las grandes controversias al interior de la ciencia

I.A. Augusto Comte: Filósofo francés, nació en 1798, en Montpellier y murió en 1857, en París. Fundador de la escuela positivista. Comte comenzó siendo matemático racionalista que había heredado del enciclopedismo francés. La aversión a las especulaciones metafísicas y a la búsqueda de las causas primeras, permitió concebir al mundo como un sistema rigurosamente sometido a leyes, y quiso hacer de la ciencia una religión.

A partir de Descartes, el mundo de los fenómenos exteriores había comenzado a ser objeto de una rigurosa disciplina científica; pero el mundo del hombre mismo y de las relaciones con sus semejantes seguía abandonado a las especulaciones metafísicas y teológicas. Comte se propuso hacer comprender que hay leyes tan precisas para la evolución de la especie humana como para la caída de una piedra. Era necesario, pues, proceder al estudio de todos los hechos, prescindiendo de las causas primeras y las causas finales. En esa forma se daría a una tercera etapa del desarrollo del pensamiento humano. La primera había sido la teología; la segunda la metafísica recurría a nociones abstractas, olvidando la realidad misma de los hechos; la tercera la positiva, superaría esos dos estadíos, y daría a los hombres el conocimiento científico de los hechos (Reale & Antiseri, 1989).

El curso de filosofía positiva se proponía estudiar la índole de las ciencias teórica abstractas, clasificadas en este orden: matemática, astronomía, física, química, biología, sociología. Era un orden cronológico, de generalidad decreciente y de complicación creciente; cada una de ellas exigía la anterior. Se advertía de ese orden un progreso, nociones que según Comte la antigüedad había considerado inconciliables y que la civilización moderna ha convertido en condiciones de todo sistema, en particular político; esa es la única manera de superar en todos los órdenes la anarquía (negadora del orden) y la reacción (negadora del progreso).

Esas dos nociones que constituyen el lema del positivismo, traducen los aspectos estático y dinámico de todos los hechos, esos dos tipos de leyes también rigen para la humanidad, ésta última solo existe en la razón de sus miembros, si se le considera estáticamente. Pero si se le considera dinámicamente, el individuo aislado es una simple abstracción, considerado desde este segundo punto de vista, el hombre no es hombre sino por la humanidad, y a ésta debe sus pensamientos, sus sentimientos, su lenguaje.

Hay una estática social y una dinámica social, que son como la anatomía y la fisiología de los seres vivos. Todos los individuos convergen hacia la humanidad y realizan así la unidad del espíritu, como las ciencias convergen hacia la sociología y realizan así la unidad del conocimiento. De ese modo se ve que las ciencias, como los individuos, deben coordinarse en vistas a la universalidad, y servir de fundamento a la moral, a la política, a la religión. De ese modo el principio de egoísmo se transforma en el altruismo que en la etapa positiva ha de regir todas las relaciones humanas. La humanidad misma se convierte en "el gran ser" en que los hombres se sienten realizados plenamente, y donde realizan su inmortalidad, entendida no como supervivencia física, objetiva, sino como supervivencia espiritual y subjetiva en el recuerdo y la gratitud de la posteridad. La religión positiva carecerá de un Dios creador y trascendente, y su iglesia tendrá un culto que será el de la humanidad misma. Los grandes hombres recibirán el culto que su participación en el progreso, y la humanidad tendrá sus propias fiestas y se creará en el nuevo calendario que exprese la realidad del progreso cumplido a través de los siglos (Reale & Antiseri, 1989).

La última etapa del positivismo tiene fuertes tintes religiosos, y se expresa en un lenguaje semejante al de la teología. Los métodos del positivismo estarán en auge hasta bien entrado el siglo XX; los sistemas educativos estuvieron regidos, en Europa y en América, por el positivismo.

Comte, experimentando la necesidad de una regeneración universal, política y filosófica al mismo tiempo, bajo la inspiración constante de una gran ley relativa al conjunto de la evolución humana, individual y colectiva: la ley de los tres estadios, según la cual la humanidad, al igual que el alma de los individuos humanos, atraviesa tres etapas que son:

Estadío teológico: Los fenómenos son vistos como, "Productos de la acción directa y continua de agentes sobrenaturales, mas o menos numerosos para la evolución vital de los individuos".
(Todos los hombres son teólogos en su infancia).

Estadío metafísico: Las ideas o las fuerzas abstractas, son las que explican los fenómenos.

( Los cuerpos se unirían gracias a la simpatía; las plantas crecerían con motivo de la presencia del alma vegetativa). Todos los individuos son metafísicos en su juventud.

Estadío positivo: El espíritu humano, admitiendo la posibilidad de conseguir absolutos, renuncia a interrogarse sobre cual es el origen y destino del universo.

Cuales son las causas intimas de los fenómenos. Solo busca descubrir mediante el uso bien concertado del razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas, es decir sus invariables relaciones de sucesión y semejanza. Se presenta éste estadío en la edad adulta.

El positivismo es toda una escuela de filósofos, ha negado la legitimidad de la filosofía, al menos como ciencia independiente: fueron estos los positivistas. Su punto de partida era el siguiente: la ciencia existe y logra sus fines, las diferentes ciencias van adquiriendo, sucesivamente, su independencia.

Según Agusto Comte, fundador del positivismo, toda evolución del espíritu humano logra alcanzar una fase que el llama estado positivo o científico; en el que el espíritu intenta explicar los fenómenos relacionados con otros hechos: "toda proporción que no pueda, finalmente reducirse a un hecho particular o ley general, debe considerarse ininteligible".

En consecuencia: todo conocimiento verdadero es de orden científico, pero por otra parte, existen ciertas cuestiones, las de origen o naturaleza, que la ciencia por su carácter mismo, no está en condiciones de abordar; todo lo que está por fuera del conocimiento científico se considera "incognoscible". No quiere esto decir que, en semejante sistema, no exista lugar para la filosofía. Para Augusto Comte, la filosofía es también una filosofía científica, dada la abundancia de hechos objeto de estudio, los investigadores están hoy obligados a especializarse. Ello puede tener una consecuencia lamentable: la de que llegue a predominar en la ciencia del espíritu de especialización, y ello sea causa de un excesivo fraccionamiento, perjudicial al conocimiento del conocimiento. En éste estado de cosas, el papel de la filosofía sería, precisamente, mantener la unidad, y coordinar los resultados de los diferentes estudios científicos. La filosofía no se diferencia de la ciencia mas que por la generalidad de sus explicaciones, o dicho de otra forma, según la propia definición de Spencer, en éste aspecto discípulo de Augusto Comte: "la ciencia está constituida de verdades, que existen más o menos separadamente, y no conoce su integración... el conocimiento de especies inferiores es el conocimiento no unificado; la ciencia es el conocimiento parcialmente unificado; la filosofía es el conocimiento completamente unificado".

El positivismo afirma que:

1. No podemos conocer las cosas en sí mismas.

2. Podemos llegar a tener sobre los fenómenos, juicios ciertos que tengan valor universal.

I.B. Jhon Stuart Mill: Filósofo y economista británico (Londres 1806- Aviñón 1873).

Educado rígidamente por su padre. De sus años juveniles datan sus primeras colaboraciones en el Traveller, y la Westminister Review. En 1820 a 1821 visitó Francia, donde conoció a Say Saint-Simón y entró en contacto con las doctrinas liberales europeas. De regreso a Londres, estudió, dirigido por su padre, las obras de Bentham, Helvetius, Hartley y Locke y siguió los cursos de economía de Ricardo. En 1823 entró como empleado en la compañía de las Indias. En 1831 conoció a la señora Taylor, que como su padre, tuvo una gran influencia en su vida, y con la cual se caso en 1851. En el periodo de 1865 a 1868 fue miembro del Parlamento.

Utilitarismo: La doctrina denominada moral utilitaria o utilitarismo es propiamente la moral de Bentham, de Stuart Mill y de Spencer. Bentham basa su moral en una aritmética de los placeres. En la valoración de los placeres considera sólo sus caracteres cuantitativos, tales como intensidad, duración, proximidad, etc., y no establece entre ellos ninguna diferencia cualitativa. Stuart Mill, en El Utilitarismo (1863), distingue, por el contrario, los placeres bajos, y ve en una conducta justa y caritativa el origen de las alegrías más elevadas; con él; el utilitarismo incorpora, pues, al menos en sus consecuencias prácticas, la moral evangélica. Según Spencer, de la misma ley de la evolución resulta una armonía progresiva entre la felicidad de cada uno y la felicidad de todos; cuando esté plenamente realizada, los hombres practicarán unos respecto de los otros un sacrificio recíproco, no por debe sino por deseo y entusiasmo. A partir de Bentham, el utilitarismo fue introducido en el ámbito de la ciencia económica. Sus ideas, en las que se han basado en parte las teorías del valor, han perdurado casi hasta la actualidad a través de la llamada economía del bienestar.

Los radicales ingleses (sobre todo Ricardo y Bentham) frecuentaban la casa de James Mill, Stuart Mill sintió atracción hacia David Ricardo gracias hacia su benevolencia hacia los jóvenes y sus maneras corteses, también veía con mucha frecuencia a Bentham, gracias a la intimidad que había entre el padre de Mill y Bentham. Educado por su propio padre, dentro de una cultura inglesa impregnada de liberalismo. Jhon Stuart Mill leyó en su juventud a Bentham, por primera vez en 1821, creyó estar en posesión de lo que suele llamarse la finalidad de la vida.

Unido después con Harriet Taylor, Mill dentro de la tradición Empirista, asociacionista y utilitarista, trabajó con mucha intensidad para configurar un conjunto de teorías lógicas y ético-políticas, que marcaron con su propia impronta la segunda mitad del siglo XIX inglés y que aún constituyen un punto de referencia y una obligada etapa para el estudio de la lógica de la ciencia y para la reflexión en el ámbito ético y político (Reale & Antiseri, 1989).

I.B.1. Crítica a la teoría del Silogismo

La lógica es la ciencia de la prueba, afirma Mill «Todas las respuestas a cualquier cuestión que se formule debe manifestarse a través de una proposición o aserción. Todo lo que pueda ser objeto de asentimiento, o también de disentimiento, debe asumir la forma de una proposición, si se expresa mediante palabras. Todas las verdades y todos los errores deben residen en las proposiciones. » Sin embargo, las argumentaciones son cadenas de proposiciones que deberían llevar a conclusiones verdaderas, si es que las premisas son verdaderas. Se ha considerado que el silogismo constituye una clase de argumentación válida.

Propongamos el siguiente ejemplo:

P1. Todos los alemanes toman cerveza
P2. Cristine Brückner es Alemana
C. Cristine Brückner toma cerveza

Se deduce de este razonamiento que "Cristine Brückner toma cerveza", pero de la proposición "Todos los alemanes toman cerveza", ¿Cómo se sabe que todos los alemanes realmente toman cerveza?, lo sabemos por que hemos visto a Hans, a Dieter, a Maximiliane y a muchos otros beber un jarro con cerveza, y por que se ha contado que muchos alemanes toman cerveza. En consecuencia la verdad de la primera premisa se obtiene por la observación de la realidad y la vivencia de la experiencia. Y ésta sólo permite observar casos individuales.

Por eso la tesis fundamental de Mill sostiene que «Toda inferencia pasa desde algo particular hasta otra cosa particular», en la medida en que la única justificación del esto será es el esto fue. La proposición general es un expediente que sirve para conservar el recuerdo de muchos otros particulares. Para Mill todos nuestros conocimientos, todas las verdades, son de naturaleza empírica, incluyendo también las proposiciones de las ciencias deductivas (Geometría)., «Las ciencias deductivas, en todos los casos, son ciencias inductivas y su evidencia es la de la experiencia».

Sin embargo aquí que complican las cosas, si es cierto que todos los conocimientos se obtienen mediante la observación y la experiencia, y si es verdad que la experiencia y la observación sobre la que debemos basarnos nos ofrecen siempre un limitado número de casos; en que condiciones se pueden formular proposiciones de tipo universal como "todos los alemanes toman cerveza" este es un problema de la inducción. Mill afirma «La inducción es una operación de la mente con la que inferimos lo que sabemos que es verdad en uno o varios casos individuales. La inducción es el proceso mediante el cual concluimos que lo que es verdadero de ciertos individuos de una clase, también lo es de toda la clase, o que lo que es verdadero en determinado momentos, será verdadero, en circunstancias similares, en todo momento». Y como conclusión Mill define de forma sumaria la inducción «como una generalización de la experiencia. Consiste en inferir, a partir de algunos casos individuales en los que se observa que se verifica determinado fenómeno, que éste se lleve a cabo en todos los casos de una clase determinada, es decir, en todos aquellos que se asemejan los precedentes, en lo que se toma como circunstancias esenciales» (Reale & Antiseri, 1989).

I.B.2. Principio de Inducción

Para distinguir las circunstancias esenciales de las no esenciales, o como explica Mill «de elegir entre las circunstancias que preceden o que sirven a un fenómeno, a aquellas con las que se halla en conexión a través de una ley invariable». Mill propone cuatro métodos de la inducción:

a) método de concordancia
b) método de la diferencia
c) método de los residuos
d) método de las variaciones concomitantes

Pero la pregunta que surge a partir de los procesos inductivos es ¿Cúal es la garantía que poseen estas inferencias a partir de la experiencia?, Mill responde a este problema diciendo que la garantía se halla en el principio según el cual el curso de la naturaleza es uniforme, este es: «el principio fundamental o axioma general de la inducción». Este ha sido enunciado mediante formulas diversas: el universo está regido por leyes, según Mill «Inferimos de lo desconocido a lo conocido, de los hechos a los fenómenos, y lo que no pertenece a nuestra experiencia lo inferimos de aquello que hemos percibido o de lo que somos directamente conscientes». Por lo tanto, el principio de inducción (uniformidad de la naturaleza o principio de causalidad) constituye el axioma general de las inferencias inductivas: es la premisa mayor última de todas las inducciones, pero ¿Se trata de un principio eminentemente a priori?, Mill responde negativamente "Lo cierto es que esta gran generalización se halla fundamentada en generalizaciones previas. Por su intermedio se descubrieron las leyes más confusas de la realidad, pero las más obvias fueron probablemente entendidas y aceptadas como verdades generales", las generalizaciones más obvias que se descubrieron en un principio (el viento empuja los cuerpos, el organismo digiere alimentos, los procesa y luego los desecha) sugieren el principio de la uniformidad de la naturaleza, este principio es colocado como base de las generalizaciones inductivas (Reale & Antiseri, 1989).

Mill es uno de los empiristas ingleses representantes del positivismo metodológico y utilitarista del siglo XIX, que ayudo a que la ciencia progresara de manera metódica ordenada, su influencia, venida de los empirístas clásicos ingleses (Hume, Berkeley) fomento de una manera directa al progreso e industrialización inglesa de su época, y posteriormente a una línea empirísta y lógica del leguaje que influiría años después en las Universidades Europea.

I.C. Herbert Spencer: Sociólogo y psicólogo inglés, nació en Derby en 1.820 y murió en Brignton en1.903. Fue ingeniero civil; sus obras: Estudio sociológico 1.873. La moral del comercio 1.874. Los factores de evolución orgánica 1.887. La inadecuada selección natural 1.889. Autobiografía 1.904. Estudió geología y biología. De 1.848 a 1.853 trabajó de ayudante del director del Economist, de Londres, comenzando luego su larga serie de trabajos y publicaciones.

Había publicado la hipótesis del desarrollo, en la que se adelanta la concepción evolucionista. La teoría de la evolución se presenta allí como una grandiosa metafísica del universo y da lugar a una concepción optimista del devenir, considerado como un progreso imparable.

Afirma que la evolución tiene tres etapas: "inorgánica"; el universo es una masa que explota y da origen a los minerales, ríos, tierra. "orgánica"; éstos minerales por medio de las reacciones químicas formaron el protoplasma y esto originó a animales y vegetales. "supraorgánica"; éstos por la selección natural dan origen al sistema nervioso humano.

Considera que la evolución del universo es un proceso necesario y que el punto de partida de la evolución homogeneidad (estado inestable). El optimismo característico de positivismo evolucionista de Spencer está en la afirmación de que el universo progresa en dirección a un mejoramiento.

Spencer afirma que la realidad última es incognoscible y que el universo es un misterio.

Tanto la religión como la ciencia lo atestiguan. Toda teoría religiosa es una "teoría a priori del universo", reconoce que el mundo, con todo lo que contiene y todo lo que circunda, es un misterio que requiere explicación, y que la potencia de la cual el universo constituye una manifestación es por completo impenetrable. En la investigación científica "por grande que sea el progreso realizado en la conexión de los hechos y la formulación de generalizaciones cada vez más amplias, por mucho que se haya adelantado en el proceso de reducir las verdades limitadas y derivadas a verdades más amplias y más profundas, la verdad fundamental continúa siendo más inaccesible que nunca. El científico se ve rodeado por perpetuos cambios, cuyo fin, cuyo principio resultan imposibles de descubrir, mejor que nadie el científico sabe con seguridad que nada puede conocerse en su última esencia. Los hechos se explican; y a su vez, se explican las explicaciones; pero siempre habrá una explicación que explicar: por esto, la realidad última es incognoscible y siempre lo continuará siendo.

La filosofía tiene como misión el conocimiento de la evolución de todos los aspectos de la realidad, para él la realidad es la sucesión de los fenómenos, y la evolución es una ley universal que rige todos los fenómenos en tanto que éstos sean una manifestación de lo incognoscible no como una realidad material o espiritual sino como algo inconcebible, algo que es el fondo último de la realidad universal.

La ciencia como conocimiento parcial y la filosofía como conocimiento total y sintético de la misma deben ser enteramente positivos, lo que la ciencia y la filosofía pretenden es ver solo el examen de una realidad no trascendente, pero de una realidad sometida a una ley universal que proporciona los primeros principios del saber científico.

Spencer piensa que la psicología es una realidad que está dividida en objetiva, que trata sobre la adaptabilidad de la conciencia (como aspecto interno), a procesos fisiológicos (como aspecto interno de la misma realidad), y subjetiva en donde se examina la ciencia subjetiva del espíritu, que en oposición a Comte es considerada como posible, pues lo que la psicología analiza no es una realidad incognoscible sino una serie de elementos primarios como un conjunto de hechos mentales sometidos a la misma ley de evaluación, que permiten la formación de las llamadas facultades superiores como conjuntos heterogéneos de los elementos primitivos.

Con respecto a la biología, sostiene que la vida consiste en la adaptación de los organismos al medio ambiente, que de forma continua a través de los cambios les lanza un desafío mediante una diferenciación de sus órganos. Admite así el principio de Lamarck que dice que el ejercicio prolongado de una reacción específica del ser vivo, antecede a la determinación de los órganos y la produce paulatinamente.

Para Spencer, en conclusión, la filosofía tiene por misión el conocimiento de la evolución en todos los aspectos de la verdad dada, entendiendo lo dado como la asociación de los fenómenos. Además afirma que la evolución es la ley universal que rige todos los fenómenos posibles. Spencer aplica la ley fundamental a todos los dominios de la realidad en particular a la biología, psicología y sociología (Reale & Antiseri, 1989).

I.D. Richard Avenarius: Filósofo alemán, nació en París en 1843 y murió en Zurich en 1896, hijo de padres alemanes originarios de Leipzig, estudió fisiología y filosofía en Leipzig y en Berlín. Enseño física y filosofía inductiva en Zurich. Autor de "Crítica de la experiencia pura" y "El concepto humano del mundo". Se le considera el creador del Empiriocriticísmo, doctrina idealista y empirísta. Para él, el objeto no puede existir independiente del sujeto pensante; la relación del "yo" con el medio queda sometida a los límites del idealismo subjetivo.

Avenarius parte de la distinción entre experiencia común (impregnada de factores que nada tienen de empíricos) y experiencia humana (constituye el verdadero objeto de la filosofía). Su objetivo principal era la construcción de una filosofía que fuera una ciencia rigurosa como el positivismo, excluyendo toda metafísica, limitándose a la elaboración de la experiencia pura, que es la que sigue a la distinción entre lo físico y psíquico, y a la vez es la que impide que sea interpretada como el materialismo o el idealismo.

Para Avenarius, en el campo de la experiencia pura, cada individuo humano se encuentra originariamente frente a un ambiente, compuesto de diversos elementos, y frente a otros individuos; pero el individuo y el ambiente están constituidos por los mismos elementos, y su dualidad sólo la determina el modo de disposición de estos elementos en la relación biológica hombre-ambiente, el individuo y el ambiente no son entidades separadas ni opuestas, ambas realidades pertenecen a una única experiencia y están constituidos por los mismos elementos y caracteres. Los elementos dependen de la unión recíproca entre el ambiente y el sistema nervioso del individuo y son sensaciones propiamente dichas, como los olores, sonidos, imágenes, etc., por otra parte, los caracteres se refieren al placer y dolor, los cuales permiten constituir identidades que permiten distinguir lo conocido de lo desconocido.

En consecuencia, la experiencia de la que habla Avenarius, es una experiencia que se hace pública en el proceso de comunicación a través de medios de expresión que se reducen al comportamiento verbal. Por lo tanto, una experiencia no verbalizada, o una experiencia íntima no puede ser utilizada por la crítica. A diferencia de lo que ocurre en el empirismo tradicional o en el positivismo, la experiencia viene a configurarse como una masa enorme de experiencias afirmadas, sobre las cuales se ejerce después la crítica que indaga sobre las distintas conclusiones en que se da cada experiencia.

Los resultados más importantes que obtiene la crítica de la experiencia pura consisten en el retorno al "concepto natural del mundo"; se trata de construcciones históricas que abarcan conocimientos, creencias y experiencias desarrolladas en ambientes sociales concretos y diversos. La crítica se propone poner en evidencia un núcleo común, llegando así a un concepto universal de mundo, válido para todos. Para Avenarius, este "concepto universal del mundo" coincide con el "concepto natural del mundo", esto es, con aquel concepto del mundo que poseía el hombre cuando aún no había sido encarcelado por los mitos o las teorías filosóficas. Todos los sistemas filosóficos no son más que modificaciones de una afirmación originaria, cuyo contenido constituye el " concepto natural del mundo" y que, a su vez, consta de tres proposiciones fundamentales: a) hay individuos; b) hay partes integrantes del medio ambiente; c) entre los individuos y las partes integrantes del medio ambiente existen múltiples relaciones, y entre los distintos elementos integrantes del medio ambiente se dan otras relaciones (Reale & Antiseri, 1989).

Uno de los resultados de este punto de vista es que más allá de los elementos y caracteres no hay nada. Por esta razón Avenarius elimina la contraposición entre lo físico y lo psíquico, que se deriva de una dependencia biológica del individuo con respecto al ambiente, pero que no indica una dualidad real en la experiencia. Igualmente, no existe alguna distinción entre cosa y pensamiento, o entre materia y espíritu. Todo lo que el análisis fisiológico nos permite ver es un conjunto de estados, cada vez más complejos del sistema nervioso central, que se encarna en su capacidad de adaptación al medio ambiente.

En conclusión Avenarius trató de demostrar que todo comportamiento teórico y práctico está determinado por modificaciones del sistema nervioso central, y concibe toda la vida psíquica, incluida la ciencia, como un fenómeno biológico al que son aplicables las idea darwinianas de lucha por la existencia, selección y adaptación. Avenarius, con base en estos supuestos dice que la psicología no puede estar desligada de los componentes fisiológicos, ya que los estados de conciencia o procesos psíquicos son los mismos elementos del ambiente en cuanto actúan con el sistema nervioso y son conservadores solamente como cambios fisiológicos del mismo sistema nervioso (Reale & Antiseri, 1989).

Fuente: ídem. p.p. 372-379.
MESOGRAFÍA

1 comentario:

Unknown dijo...

Al espíritu positivo no le interesan las causas ni los propósito solo la mecanica. El predominio de este paradigma en la educación y el pensamiento moderno ha convertido al mundo en un lugar de deseperación y aburrimiento. Según ellos sólo se interesan por encontrar las leyes. ¡Qué ceguera tan brutal! Como dice W. Whewell toda ley es expresada por un gobierno. Toda Principio es expresión pura del absoluto gobierno de Dios, el dador de la ley por excelencia. Entender el reino presente y trascendente de Dios no sólo explica la mecanica sino la cuasa y el propósito que estos ciegos no quieren ver. Yo no veo a Compte como cientifico porque nada invento ni descubrió. Pero si veo que todos los hombres de ciencia antes de él, todos sin excepción, eran cristianos convencidos. Copérnico, Kepler, Newton, Faraday, Kelvin, etc. etc. Y también veo como ellos citaban en su trabajo cientifico, como la causa y el proposito de tales leyes son la demostración del gobierno absoluto del único Dios verdadero el Dios de la Biblia. ¿Qué vamos a hacer con esta escuela francesa? ¿Hasta cuando el pensamiento moderno tendra que sufrir esta infección mental y conformarse con este tipo de conocimiento mediocre. Conocimiento sin espiritu y sin esperanza